
UN COACH “DEPORTIVO” EN TU VIDA.
HAZTE AUTOLIDER DE TU CAMINO.
Desde que realicé el máster en coaching personal y ejecutivo y tras los procesos que he desarrollado con personas y equipos he entendido con mayor firmeza que cualquier persona debe pasar como mínimo por un proceso de coaching en su vida, ya que he podido palpar en mis clientes el avance, la generosidad y la gratitud que les supone dicho proceso y sobre todo los cambios tan relevantes que producen en su vida, independientemente incluso de la consecución del objetivo.
¿ A que te dedicarías si no tuvieses que preocuparte del dinero? ¿Qué harías con tu tiempo? ¿Cómo puedes servir a los demás?, son tres preguntas clave que me gusta trabajar con mis clientes con objeto de que saquen a la luz su verdadera vocación y alinearla con su vida y valores. En la mayoría de los casos produce una profunda reflexión que plantean posteriormente bastantes preguntas sobre su vida actual y futura.
Una de las nociones mas importantes que marco en mis coachees son las áreas de recorrido en el proceso y que son:
- Tomar Conciencia. Se trata de saber y aceptar en que posición estamos, que puntos fuertes nos han traído hasta aquí y que podemos reforzar. Definición de un objetivo.
- Querer. Hacia dónde queremos ir, porqué, para qué y cómo. Trabajamos desde el objetivo diseñando un propósito, una visión y una misión.
- Saber. Gestión de herramientas, talento individual, gestión de equipos.
- Planes de acción para ir dando pasos firmes.
Todas las anteriores áreas están enfocadas en el camino a recorrer hacia el OBJETIVO del individuo o equipo, y es muy importante definirlo desde el principio, puesto que es la cabecera de todo el proceso y la meta clara, precisa, absorbente y motivadora que lleva al cliente a caminar hacia el mismo.
Las 4 áreas son duras de trabajar puesto que todos los que hemos tenido y/o desarrollado procesos de coaching estamos expuestos a sacar a la luz todos nuestros miedos, creencias instauradas, concepción de la realidad y otras muchas mas. Sin embargo es a la vez una fuente de luz para sacar a esa realidad que vemos todo el talento, toda la fuerza, toda la sabiduría y toda la plenitud que llevamos dentro.
Al TOMAR CONCIENCIA de donde estamos y que somos ponemos fuerte los pies en la tierra y afrontamos con coherencia el lugar que actualmente ocupamos, y así podemos identificar claramente y con sentido el lugar donde queremos llegar, nuestro objetivo.
En el área de QUERER el coachee trabaja sobre cual es el grado de satisfacción que le proporcionaría llegar al objetivo y para ello debe ahondar en que está dispuesto a cambiar en su vida para conseguirlo.
En el área SABER nos introducimos en sacar a la luz ese talento que tenemos dentro y por supuesto en reconocer que nos hace falta y donde debemos cultivarnos para emprender la acción hacia la consecución de mis metas.
El área HACER es el definitivo, es donde el coachee rompe y se pone en acción. Trabajando las otras tres áreas de forma transversal, en esta fase el coachee es ya una persona o equipo consciente de su fuerza, de sus capacidades, llena de recursos y completa.
Tan solo con el trabajo en estas cuatro áreas y un objetivo definido hemos puesto en marcha el motor del cambio y experimentamos en nosotros las acciones necesarios para convertirnos en decisores de nuestros comportamientos, en gestores de nuestras emociones, en modificadores de nuestras creencias, y en definitiva en líderes de nuestra vida.