
THE BIG FOUR
“Los cuatro grandes” (The big four), cuanta inmensidad en tres palabras.
La grandeza es un término que tiene un contenido que abarca mas allá de lo cotidiano, incluso más allá de la excelencia que tantas veces publico. Quizás fue ese el término que me ha llevado a comprar recientemente la camiseta que en foto acompaña este artículo.
Dicha prenda representa, cruzando una calle, a los cuatro tenistas que en los últimos 15 años han copado el máximo nivel en rankings del tenis mundial: Roger Federer, Rafael Nadal, Novak Djokovic y Andy Murray. Los cuatro han mantenido, recientemente Murray ha anunciado su retirada por las lesiones, y mantiene una dura pugna en cada uno de los torneos más prestigiosos que se disputan, así como en el ranking de mejor jugador anual de la ATP (asociación de tenistas profesionales).
Y ¿Cómo es esa pugna? Pues basada siempre en la mejora continua, en el respeto y alabanza al mejor momento del rival, en compartir unos valores de honestidad y esfuerzo, en saber sobreponerse a las circunstancias y saber cuándo es el momento del cambio.
Timothy Gallwey nos dice en “El juego interior del tenis” que el “principal rival para el alto rendimiento somos nosotros mismos”, y esto es exactamente lo que estos geniales deportistas han hecho siempre durante carrera deportiva. Jamás hemos visto a Federer o Djokovic responsabilizar a agentes externos por no poder ganar Roland Garros durante tantos años por la dictadura de Nadal, sino alabarlo y centrarse en mejorar sus prestaciones en la tierra batida para algún día poder derrotarlo. Lo mismo con el español en Wimbledon cuando el suizo era sencillamente imbatible y consiguió en el partido más bonito de la historia arrebatarle el cetro. Incluso caso aparte representa el serbio naciendo al rebufo de los anteriores y convertirse actualmente en e mas en forma del panorama mundial, o el británico consiguiendo ser el único jugador en ganar dos oros olímpicos individuales.
Además, por si no fuera poco el ejemplo deportivo de los cuatro, todos son referencia en su desarrollo personal estando involucrados a través de distintas instituciones propias o de sus países en la enseñanza delos valores personales como la virtud, la honradez, el espíritu de lucha, y en otros sociales como la ayuda a los más necesitados, la enseñanza del deporte y todo tipo de actuaciones en pro de la comunidad.
En muchos de mis escritos hablo del éxito como un objetivo puntual al que el deportista llega fruto del trabajo físico, técnico y mental que desarrolla. También explico que la excelencia es la continuidad y el instalarse en ese éxito de manera definitiva de forma que todo fluye tanto en la vida personal como en la deportiva. Estos deportistas han traspasado incluso esta línea llegando a la grandeza, que es cuando su excelencia trasciende a todos los planos de nuestra sociedad y donde se convierten en ejemplo para cualquier actividad del ser humano.
El legado de estos cuatro grandes permanecerá para la eternidad y esperemos que sea fuente de inspiración siempre para el deporte universal.
Hacia la excelencia y mas allá ………………………… hasta la grandeza.